Hace unos días fui al cine a ver una película, se llama In Time, trata sobre una sociedad evolucionada, que vive con tiempo, llevan unos relojes en sus brazos que les dice el tiempo de vida que les queda, y con ello comercializan, pueden ganar y gastar este tiempo...Pues bien, el protagonista se da cuenta de que aquella sociedad, en la que todos aspiran a ser inmortales, unos los consiguen a costa de la muerte de muchos, y decide actuar, roba el tiempo a los ricos para dárselo a los pobres, lo que lógicamente produce un desastre en el sistema por el que se regía la sociedad.
Pues bien queridos lectores, verdad es que esta película de ciencia ficción seguramente no busque nada más que entretener al público, pero yo he querido ir un poco más lejos, y he querido hacer una comparación con la sociedad real en la que vivimos.
Como bien sabemos todos, nuestra sociedad es una sociedad basada en el nivel económico, y por supuesto, para que unos tengan mucho, otros tienen que tener poco, de tal modo que haya un equilibrio económico en el mundo, pero ¿por qué unos sí y otros no? ¿por qué la gente que tiene más lo tiene, acaso se lo merecen más que los otros? Por supuesto, yo respondo que no, nadie merece más que nadie, ¿acaso no somos todos seres humanos por igual? Cuestión de suerte dirán algunos, y puede que no se equivoquen, pero es demasiado fácil echarle la culpa a la suerte... No, la suerte poco tiene que ver aquí, si cuando podemos, no hacemos nada por cambiar la situación actual.
Los políticos y toda la gente realmente importante, o al menos conocida se aprovechan de nuestra pasividad como personas humanas, olvidándonos que nuestros iguales, están muriéndose de hambre. Otro ejemplo mucho más sencillo es ver la cantidad de dinero que un club está dispuesto a pagar por una persona, lo que nos pone un precio y nadie debería tenerlo, sólo por el hecho de ir en calzoncillos y correr detrás de un balón, mientras en un país cercano hay familias que apenas llegan a tener una comida al día y que ven como sus hijos van muriendo uno tras otro...
Queridos lectores, en esta ocasión os llamo a la actividad, al no quedarnos indiferentes en el sofá cuando vemos a un jugador de fútbol ser fichado por un club pagando cifras que podrían aliviar el hambre en otro continente. Os pido que os movilicéis para que podamos hace de éste un mundo mejor, llenando nuestras vidas con un significado real de hermandad, porque todos, y absolutamente todos, estamos llamados a hacer de nuestras vidas algo extraordinario.
Gracias